Scheie Eye Institute, Universidad de Pennsylvania
Algunos pacientes con degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) buscan medicina alternativa para su enfermedad ocular progresiva. Si bien existe una fuerte evidencia de que ciertas vitaminas y dietas pueden reducir el riesgo de las enfermedades de la vista, otros tratamientos alternativos, medicina holística o enfoques homeopáticos, incluida la reoféresis, la estimulación con microcorriente y la acupuntura, no han probados en la actualidad.
La reoféresis es similar a la diálisis renal. La sangre del paciente se extrae de una vena de un brazo, se filtra y se devuelve en una vena del otro brazo. El objetivo es eliminar las sustancias que pueden contribuir a la DMRE, incluidos los lípidos y las proteínas inflamatorias. Si bien la reoféresis puede eliminar estas sustancias temporalmente, los ensayos clínicos no han determinado si es un tratamiento eficaz para la DMRE. Se inició un ensayo en los Estados Unidos, pero se interrumpió debido a la falta de financiación.
La acupuntura, parte de la medicina tradicional china, consiste en colocar agujas en lugares específicos en un intento de lograr efectos biológicos. Si bien algunos médicos practican la acupuntura para la DMRE, en parte con el objetivo de aumentar el flujo sanguíneo a la retina, no está claro si este enfoque es efectivo.
La estimulación de microcorriente, que es una corriente eléctrica suave, se puede aplicar al área alrededor de los ojos. Este enfoque se ha utilizado en otras especialidades médicas para promover la curación. El objetivo es eliminar los materiales o sustancias de desecho de la retina. No está claro si la estimulación con microcorriente logra este objetivo o mejora la visión o el pronóstico de los pacientes con DMRE.
Dado que la reoféresis, la acupuntura y la estimulación con microcorriente no tienen beneficios probados, parece prudente esforzarse en su lugar en las vitaminas AREDS2 y en una dieta saludable rica en frutas y verduras, con pescado graso dos veces por semana, evitando las carnes rojas y las golosinas o bocaditos altamente procesados que contienen azúcares simples.
Las vitaminas pueden ayudar a ciertos pacientes con degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) a disminuir el riesgo de perder la visión central, pero es importante encontrar las adecuadas, ya que muchos suplementos se comercializan para la salud ocular.
El Estudio de enfermedades oculares relacionadas con la edad 2 (AREDS2), patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, mostró que la suplementación con ciertos micronutrientes reduce la progresión de la DMRE temprana de alto riesgo a la tardía en un 25 por ciento. Esta fórmula contiene 10 miligramos (mg) de luteína, 2 mg de zeaxantina, 500 mg de vitamina C, 400 UI de vitamina E (unidades internacionales), 80 mg o 25 mg de óxido de zinc (estas dos dosis funcionaron igual de bien) y 2 mg de óxido cúprico [cobre].
La fórmula AREDS1 (originada en un estudio anterior) contiene betacaroteno en lugar de luteína y zeaxantina, pero el betacaroteno puede causar cáncer de pulmón en fumadores y tal vez en exfumadores, por lo que ha sido reemplazado por luteína y zeaxantina. Si lo recomienda su oftalmólogo, asegúrese de comprar las vitaminas que dicen "fórmula AREDS2".
Grandes estudios epidemiológicos han demostrado que ciertas dietas son protectoras, lo que reduce el riesgo de DMRE. Específicamente, las hortalizas de hoja verde (col rizada, espinaca, berza), las frutas y los pescados grasos (salmón salvaje, atún, sardinas, caballa) son protectores.
Fumar aumenta significativamente el riesgo y se debe hacer todo lo posible para dejar de hacerlo.
La evidencia también indica que mantener el peso corporal ideal y hacer ejercicio protegen los ojos además del resto del cuerpo.
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(Algunos de los artículos a continuación están disponibles solo en inglés)
Joshua Dunaief, MD, obtuvo su licenciatura en humanidades - BA magna cum laude en Biología de Harvard (1987), maestría y doctorado - MD / PhD de Columbia College of Physicians and Surgeons (1996), completó su residencia en oftalmología en el Wilmer Eye Institute, Johns Hopkins en 2000, y beca de retina médica en el Scheie Eye Institute, Universidad de Pennsylvania en 2004.
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