La trabeculectomía es un procedimiento quirúrgico para reducir la presión intraocular. Obtenga más información sobre este procedimiento, de los posibles efectos secundarios, cómo se maneja la cicatrización y los factores que influyen en el éxito del tratamiento.
¿Qué es la cirugía de trabeculectomía para el glaucoma?
La trabeculectomía es una cirugía estándar para el glaucoma que reduce la presión intraocular cuando los tratamientos médicos o la cirugía con láser no lograron bajar la presión ocular lo suficiente. En esta operación, se realiza un pequeño orificio en la pared del ojo y se crea una “trampilla” o “colgajo” sobre este orificio para permitir que el fluido escape del ojo de manera controlada. El líquido se deriva desde el interior del ojo, evitando pasar por la malla trabecular obstruida, a través del pequeño orificio y la “trampilla”, mientras permanece debajo de la membrana transparente exterior del ojo (conjuntiva). Esto forma una pequeña burbuja de fluido o "ampolla" debajo del párpado superior. Normalmente, nadie podrá notar la “ampolla” con solo mirar a los ojos.
La trabeculectomía es una cirugía muy delicada que requiere un quirófano, anestesia local del ojo, un anestesista y aproximadamente una hora de tiempo de operación. Se tiene éxito entre el 60 y el 80 por ciento de las veces en el control de la presión ocular durante un período de cinco años.
Después de la cirugía, los pacientes generalmente dejarán de usar cualquier medicamento para el glaucoma que se les haya recetado previamente y luego comenzarán un régimen de gotas oculares con antibióticos y esteroides para prevenir infecciones y controlar la inflamación. Cuando se tiene éxito, la trabeculectomía es muy eficaz para reducir la presión ocular y se considera uno de nuestros procedimientos de referencia o "estándar de oro", especialmente para pacientes con glaucoma de tipo moderado a avanzado.
Video animado: procedimiento de trabeculectomía
View Video
Ver transcripción del video (Disponible solo en inglés)
Manejo de cicatrización de la ampolla
A menudo, la "trampilla" o la "ampolla" pueden cicatrizar como parte del proceso de curación natural del cuerpo. Los oftalmólogos a menudo usan medicamentos anti cicatrizantes, como la Mitomicina-C o 5-fluorouracil, en el momento de la cirugía para tratar de prevenir este problema, pero a veces, aun así, ocurre la cicatrización. A menudo, los oftalmólogos inyectarán estos medicamentos después de la cirugía durante una visita en el consultorio para ayudar a controlar el proceso de cicatrización.
Las personas jóvenes, ciertos grupos raciales y aquellos con glaucoma debido a un trauma o inflamación son particularmente propensos a este problema de cicatrización. Si se observan cicatrices, los médicos pueden intentar romper el tejido cicatricial mediante un procedimiento en el consultorio, un tipo de "modificación de la ampolla". En raras ocasiones, existe la posibilidad que deba repetirse el procedimiento o se requieran tipos de cirugía adicionales, pudiera incluirse una modificación más extensa de la ampolla en el quirófano.
Factores de éxito de la trabeculectomía
El éxito de la trabeculectomía depende no solo de la cirugía en sí, sino posiblemente y aún más importante de las frecuentes visitas de seguimiento para el manejo o tratamiento de la medicación y la "ampolla". Además de los medicamentos anti cicatrizantes que puede que se necesiten inyectar (discutidos anteriormente), existen otros métodos que a veces se usan en la clínica después de la cirugía. Por ejemplo, el médico puede suturar la “trampilla” o colgajo (pero no cerrar completamente para permitir que escape el líquido ocular) y, ocasionalmente, las suturas se cortan durante una visita al consultorio con un láser, lo que permite que escape más líquido. De forma alternada, el cirujano puede "soltar" las suturas tirando de ellas con cuidado si se utiliza un tipo de "sutura removible". Por último, su cirujano puede indicarle que realice un tipo de "masaje ocular" para mantener el flujo continuo y la ampolla bien formada.
Recuperación de la trabeculectomía y efectos secundarios
A diferencia de la mayoría de los tratamientos con láser, en los que el ojo se recupera muy rápidamente, en el caso de una trabeculectomía el ojo puede tardar de dos a seis semanas en recuperarse. Aunque es muy inusual, pueden ocurrir complicaciones graves, como infección ocular, sangrado dentro del ojo, pérdida de la visión y presión ocular demasiado baja. Por lo tanto, esta operación está reservada para los ojos que no han respondido adecuadamente a la cirugía médica, láser u otros tipos de cirugía menos invasiva. Otros efectos secundarios raros pueden incluir que la "ampolla" se vuelva lo suficientemente grande como para ser notoria o causar molestias, pero hay formas de controlar estos crecimientos. Los medicamentos anti cicatrizantes pueden aumentar el riesgo de una infección ocular, incluso muchos años después de la cirugía. Por lo tanto, si los pacientes notan molestias, lagrimeo anormal, secreción similar al pus o enrojecimiento creciente, incluso años después de la cirugía, deben llamar al consultorio de inmediato en lugar de esperar. Una infección detectada a tiempo puede tratarse y preservar la visión, mientras que una infección detectada ya tarde puede provocar una pérdida significativa de la visión.
Un efecto secundario más común de la trabeculectomía es la formación acelerada de cataratas. Sin embargo, esto es reversible, ya que la cirugía de cataratas se puede realizar en una fecha posterior. De forma alternada, algunos cirujanos realizarán la cirugía de cataratas al mismo tiempo que la trabeculectomía, aunque se ha demostrado que esto da como resultado tasas de éxito más bajas para la trabeculectomía.
Producir una ampolla con una derivación de conducto EX-PRESS
Una variación de la trabeculectomía es la trabeculectomía que se realiza con la adición de una derivación de conducto EX-PRESS. Este es un pequeño conducto de metal que se inserta en la pared del ojo para permitir que el líquido drene desde el interior del ojo y debajo de la "trampilla" o colgajo, creando así una "ampolla". En esencia, uno puede pensar en ello como una forma precisa de crear el pequeño orificio en la pared del ojo que típicamente se hace “a mano” o usando un instrumento en la trabeculectomía estándar (vea el primer párrafo). El conducto de metal no afecta los escaneos de las imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) ni interfiere con el control de seguridad del aeropuerto.
Ventajas de la derivación de conducto
Existen varias ventajas de la derivación de conducto, incluyendo algunos estudios que demuestran una recuperación de la visión más rápida y menos inflamación dentro del ojo después de la cirugía.
Desventajas de la derivación de conducto
Las desventajas de usar la derivación de conducto EX-PRESS pueden incluir la posibilidad de tener que quitarla si ocurriera una infección grave, el costo dependiendo de la compañía de seguros y tener una pieza artificial adicional dentro del ojo, que algunos pacientes no lo desean. Si el conducto no se coloca en la posición adecuada, puede haber daño a largo plazo en la córnea, que es la porción o “ventana” transparente del ojo.
Algunos cirujanos prefieren la trabeculectomía estándar y otros prefieren la trabeculectomía con derivación de conducto EX-PRESS, por lo que es importante que los pacientes hablen con su cirujano sobre estas opciones para decidir cuál es la mejor opción para su situación particular.