La Progresión de la Enfermedad de Alzheimer
Una de las características de la enfermedad de Alzheimer es la acumulación de placas amiloideas entre las células nerviosas (neuronas) del cerebro. Amiloidea es un término general para los fragmentos de proteína que el cuerpo produce normalmente. El Beta-amiloidea es un fragmento de una proteína “arrancado” de otra proteína llamada proteína precursora de amiloidea (APP). En un cerebro sano, estos fragmentos de proteína se descompondrían y son eliminados. En la enfermedad de Alzheimer, los fragmentos se acumulan para formar placas duras e insolubles.
Los Ovillos neuro fibrilares son fibras retorcidas e insolubles que se encuentran dentro de las células nerviosas del cerebro. Ellas esencialmente son formadas de una proteína llamada tau, que forma parte de una estructura llamada micro-túbulos. Los micro-túbulos ayudan a transportar nutrientes y otras sustancias importantes de una parte a otra de la célula nerviosa. Los axones son extensiones largas en forma de hilos que conducen los impulsos nerviosos fuera de la célula nerviosa; las dendritas son extensiones cortas filiformes y ramificadas que conducen los impulsos nerviosos hacia el cuerpo de las células nerviosas. En la enfermedad de Alzheimer la proteína tau es anormal y las estructuras de los micro-túbulos se destruyen.
En la medida que progresa la enfermedad de Alzheimer, se reduce el tejido cerebral. Sin embargo, los ventrículos, cavidades dentro del cerebro que contienen líquido cefalorraquídeo, se agrandan notablemente. En las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, la memoria a corto plazo comienza a disminuir cuando las células en el hipocampo se degeneran. Aquellas personas con la enfermedad pierden la capacidad de realizar tareas rutinarias. En la medida que la enfermedad de Alzheimer se propaga a través de la corteza cerebral (la capa exterior del cerebro), el juicio empeora, pueden ocurrir explosiones emocionales y el lenguaje se deteriora. El avance de la enfermedad conduce a la muerte de un mayor número de células nerviosas y más cambios subsiguientes en el comportamiento, tales como el deseo de deambular y nerviosismo o agitación. En las etapas finales, las personas pueden perder la capacidad para alimentarse solos, hablar, reconocer a otras personas y pierden control de las funciones corporales. La memoria empeora y puede desaparecer casi por completo. Por lo general requieren un cuidado constante. En promedio, las personas con Alzheimer viven entre 8 y 10 años después del diagnóstico, pero esta enfermedad terminal puede durar hasta 20 años.
Donar para las investigaciones del Alzheimer
Su donación puede ayudar a los tratamientos y curas para el Alzheimer. Además, financia las investigaciones más recientes y ayuda a proporcionar información valiosa a las familias que viven con esta enfermedad.
Mantente en Contacto
Reciba historias inspiradoras y actualizaciones sobre el Alzheimer