Cuidando a alguien más

En la mayoría de los casos, el cuidador principal de alguien con la enfermedad de Alzheimer es un ser amado, un cónyuge, un hijo adulto o un compañero cercano. Incluso en las primeras etapas de la enfermedad, el cuidado es una tarea extremadamente exigente, de 24 horas al día. Los cuidadores deben ser flexibles y comprensivos al tratar con los cambios en el comportamiento y personalidad de su ser amado. Además deben tener la capacidad de comunicarse con la familia, amigos y profesionales de la salud sobre su condición.

Es probable que los cónyuges que son cuidadores sean fuertemente afectados por un diagnóstico de Alzheimer, mientras procesan los cambios profundos que les aguarda su futuro:

• Los cónyuges a menudo tienen sus propios problemas de salud.
• Los esposos y las esposas a menudo deben invertir o intercambiar roles y desempeñar tareas desconocidas.
• Dependiendo de la relación de la pareja, el Alzheimer puede acercarlos o puede distanciarlos.
• Los cónyuges deben aceptar que la persona que han conocido y amado puede cambiar radicalmente en personalidad y comportamiento, y casi sin lugar a duda llegará un momento en que su ser amado no los reconoce.

Los hijos adultos que son cuidadores también necesitan ajustarse al hecho de la inversión de roles en el cuidado de sus padres. Pueden sentirse abrumados por las otras responsabilidades en sus vidas, tales como trabajar dentro o fuera del hogar y cuidar de sus hijos.

Tan desconcertante como puede ser el diagnóstico de Alzheimer, este es el momento de comenzar a aceptar el futuro, construir una red de apoyo, recopilar información para ayudar a aliviar los temores y planificar para el camino por recorrer. Los miembros de la familia que no viven cerca deben apoyar al cuidador principal y deben tratar de ayudar con las tareas que pueden hacer desde donde estén.

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